martes, 1 de enero de 2013

1 de enero: sonrisas y lágrimas

Ya está, el 2012 ha muerto. Y con él, mis 16 añitos, para pasar al número siguiente, a tener un runrun en el oído que me dice que otra nueva etapa está a la vuelta de la esquina.
Mi 1 de enero siempre ha sido el típico día de reunión de la familia en mi casa, donde todos comparten conmigo 5 minutos, y después se dedican a hablar de esos temas de adultos tan aburridos, mientras pican algo de lo que ha preparado mi madre. Hay tráfico de regalos, tráfico de dinero, de abrazos, de besos...
Como siempre, este año he vuelto a soplar a las velas de mi tarta para pedir un deseo. También como ya anuncié, es el de siempre. No lo voy a cambiar nunca, no pierdo la esperanza pero tampoco lo espero como agua de mayo. Soy feliz con mi vida tal y como está ahora mismo, aunque se que podría serlo más de otro modo... pero resulta que eso no depende sólo de mí, y mi época de pasotismo ha dado de lleno con todo lo que respecta a este tema del que hablo pero no digo exactamente lo que es. Porque sólo por el contexto, ya se sabe. Porque con conocerme un poco, ya se sabe que conmigo no son igual las cosas a la larga que a la ligera, pero no toda la gente está dispuesta a aguantar tanto tiempo, no creen que merezca la pena. Mejor para mí, más mierda me quito de encima. No quiero falsos a mi alrededor.
Ahora sólo me queda ver el tiempo que resta hasta la próxima vez que vea a mis queridos morachos, porque eso de hacer 18, sinceramente, me la suda en comparación a su compañía y su presencia en mi vida. Porque mi regalo de cumpleaños son ellos, y de papa noel, y de reyes magos, de san Valentín, y de todo lo que haga falta. No los cambiaría por nada.
"The need for water is falling from my eyes..." Sevendust feat. Chris Daughtry  - The past 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu huella, y ya de paso tu comentario... ¡ES GRATIS!