Hay gente cabezona -como un servidor- que necesita encontrar la lógica a todo lo que ocurre, que no cree en las casualidades ni en que algo acontezca porque sí. En realidad, esto es cierto, pero otra cosa es que haya interesados en saber el por qué de las cosas. La ignorancia es la herramienta más fácil de usar: pasas de todo y de todos, y punto. Todo te da igual. Qué mas dará si te caen asignaturas del instituto, si sales de casa o te quedas encerrado porque la gente no quiere verte la cara, tú eres feliz en la ignorancia. No te preocupas por nada, ni por nadie, porque no te hace falta, ya tienes bastante contigo mismo, y de hecho, no te preocupas ni de eso.
Contradiciéndome a mí mismo, estoy dando vueltas a esta gilipollez. Tal vez no sirva de nada, pero tampoco es mi objetivo. No busco dar lecciones, ni cambiar la vida de nadie. Simplemente... escribo lo que me dicta el corazón. Y últimamente no es que vaya muy allá, tal y como se ha podido ver en varias entradas. Los 17 me están sentando mal, a ver si se pasa el año pronto, y con él ésta edad de mierda en tierra de nadie... O cambia para bien. Pero rapidito, que soy una persona extremadamente impaciente.
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