Todos los años pido el mismo deseo de cumpleaños, y no se ha cumplido ni una sola vez. Tanto quien me conozca como quien no puede saber perfectamente cual es mi deseo. Sólo hay que echar un vistazo a este mismo blog, saber qué es lo que falta en mi vida, lo que he llegado a pedir a gritos e incluso llantos a altas horas de la noche cuando aún no sabía ni lo que era una erección. Pero bueno, por eso de que si dices un deseo no se cumple, lo voy a dejar en el aire, para esas mentes ligeras que lo cogen todo al vuelo.
Mañana toca hacer 17, al año siguiente, la mayoría de edad. Tan deseada antes de tenerla, tan odiada al poder "disfrutarla" por muchos... Ya podré comprar alcohol, tener el carné de conducir, irme de putas, que me encierren en la cárcel, y demás cosas interesantes. Yo creo que iría al Pasarela, y hasta las lumis se reirían de mi puta cara. No le parezco una belleza a nadie, tampoco a mí mismo, ni espero llegar a parecerlo a nadie. Llamadlo mierda de autoestima, depresión... yo lo llamo realidad, porque es lo que es.
No me vale eso de decir una cosa para quedar bien cuando no es cierto. De qué sirven unos ojos azules encerrados en una mierda de cuerpo, si por mucho que destaquen, desentonan con el resto del ser. En serio, ¿De qué?. En esta entrada acepto comentarios-respuesta a esa puta pregunta. Porque si se fijan en la puta polla, o en como vistes, o en si eres un chulo de mierda, yo no voy a llegar a un puerto muy lejano. Directamente, no tengo esperanza de llegar a nada. Hace tiempo que la perdí, y no la voy a recuperar por mi cuenta.
Quien dijo eso de "Si de verdad quieres a alguien, déjalo ir" está mal de la cabeza.
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