sábado, 12 de enero de 2013

Las injusticias.

Siempre que la gente no consigue lo que quiere, trata de buscarle la lógica, encontrarle una explicación. En definitiva, justificarlo. En cierto sentido, yo creo que todo lo que nos ocurre (o queremos que ocurra y no es así) es por algo. Tal vez sea por un fallo cometido que no podemos vislumbrar, o por una acción ya realizada hace tiempo que pasa factura justo en ese momento (ya sea relacionada o no con la acción del momento en sí), como si del mismísimo karma se tratara.
De todos modos, si en realidad el karma existe, las injusticias no. Me explico: si el karma controla nuestro destino, y todas las cosas malas que nos ocurren son por malas acciones que hemos realizado (y viceversa), no puede haber una sola consecuencia mala que no tenga su causa por alguna parte. ¿La solución a esto? Hacer el bien, pero sin objeto de que el karma lo devuelva automáticamente. Simplemente hacerlo por ser buena persona, por el placer de ver a la gente feliz.
Yo no soy quién para predicar estas cosas, porque soy el primero que no sigue estos consejos. En cierto modo, casi nadie puede hacerlo... Todos hemos nacido teniendo una parte buena, y una parte mala; pero existen personas que saben aparcar ese "yo malo", dejarlo de lado y ser una buena persona completamente. Lo malo de esto es que esas personas se vuelven "tontas por buenas", y se llevan muchos palos en la vida. Aun así, ellos nunca se rinden, nunca renuncian a ser lo que eligieron. Esa gente es la que verdaderamente se debería valorar, todo aquel que sigue sus principios sin vacilar un segundo, sin mirar atrás pese a lo que pese.

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Para escribir todas las entradas, siempre he tenido una BSO de fondo. En este caso ha sido:


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