lunes, 29 de julio de 2013

Hablemos del tiempo


Los seres humanos tenemos la costumbre de organizar nuestra vida dependiendo del tiempo que disponemos en esta. Unas cuantas horas para dormir, otras para estudiar, trabajar o realizar nuestros deberes, y el resto del rato para realizar lo que más nos plazca. Me pregunto qué sería nuestra vida si todo ese proceso ordenado del día a día no existiese. Es más, si no hubiera un día a día. Dormir lo que nuestro cuerpo crea oportuno, alargar las cosas sin parar a pensar en cuánto durarán o si hay que dejar un momento para lo demás. Dejarlo todo en manos del azar, de lo que venga por delante, apartando si arriba de nuestras cabezas hay una estrella enana o un satélite.

Si por casualidad alguien viviera sin tener en cuenta el tiempo, todo duraría lo mismo para esa persona: lo que él/ella quiera. ¿Por qué no se pasan igual de rápido las seis horas de clase que las diez de horario no escolar o las ocho restantes que en teoría duerme toda la gente de media? Sería un mundo en el que reinaría la anarquía casi de forma completa, pero yo considero que la gente viviría como de verdad quiere. La desorganización sería impresionante, los amantes del orden morirían masivamente debido al estrés que provoca no tener marcadas unas pautas en su rutina. O acabarían sucumbiendo ante la histeria colectiva por la excesiva libertad que mi supuesto proporcionaría al mundo, y se volverían unos majaretas antisociales sin un ápice de cordura entre oreja y oreja.

Suena a sueño de una mente alborotada, desordenada y totalmente inconsciente. Al fin y al cabo, así es la mía, más o menos. Pero yo simplemente quiero disfrutar la vida al máximo, y si de esta manera pudiera hacerlo, viviría así. La visita que recibimos hace muy poco habría durado lo que debía, y no lo que se podía. ¿Para qué ceñirnos a los límites ya impuestos, pudiendo dejar que estos mismos aparezcan cuando nosotros lo decidamos? Marquemos las pautas de nuestra vida eliminándolas del universo.

1 comentario:

Deja aquí tu huella, y ya de paso tu comentario... ¡ES GRATIS!