lunes, 24 de diciembre de 2012

Un deseo de navidad

El año no ha terminado, pero en todos los medios de información hay ya un resumen de este, contando lo más relevante de todo lo acontecido en el dicho. Quedan 7 días de año, y para mí, solo con 3 de estos ya va a cambiar toda la visión general del año a mejor.
A decir verdad, estoy satisfecho con mi año. No ha sido para celebrarlo, pero hay mucha gente que lo ha pasado peor, y yo considero que siempre hay que apreciar lo que se tiene, y no pensar en lo que se necesita. He salido dando tumbos de la ESO, pero he salido. Sí, le debo dos jamones a DonVic, otro a Antonio Alhambra, y a demás profesores de cursos anteriores que se han portado mejor conmigo que yo con ellos y sus asignaturas.
He podido también entrar a mi querido ciclo formativo de electricidad. Querido por el hecho de que ha sido mi escapatoria de la ESO (me aprobaron porque tenía claro que iba a entrar a este) y de bachillerato, esa fase no obligatoria pero mortal, en la que te obligan a estudiar lengua e historia cuando estás formándote para algo de la rama de la ciencia y la tecnología.
Saliendo de los estudios, desde finales de abril salgo con un nuevo grupo que lo conforman amigos nuevos, y no tan nuevos. Sí, es cierto que ahora mismo no estamos pasando por el mejor momento, pero mas o menos nos mantenemos como podemos. Bueno, se mantienen los que lo intentan... ¡COÑO! Que de momento no nos hemos separado, y punto. De todos modos, este va a ser el primer grupo de amigos con el que de verdad no quiero quedar mal, no se lo merecen.
Por lo demás, creo que todo ha sido muy normal en lo que respecta a mi vida en general. Me he fijado en varias, no se han fijado en mi (para variar, como iba diciendo...), pero ahora eso se acabó. Me harté hace tiempo de soñar con que alguien soñara conmigo, tomé la decisión que tomé, y aquí me tenéis, escribiendo esto. Me es inevitable muchas veces fijarme en alguna de mayor grado de lo que debería, y siempre me arrepiento; excepto cuando no pasa de mi cabeza.
Con esa última frase quiero decir, que lo que me pierde es la boca. Cuando no la jodo con alguien por pasarme, se me va de las manos algo que no quiero decir, y se acaba enterando todo el mundo, hasta que al final es imposible que no se entere quien debería enterarse por mí, cuando yo tuviera cojones de decirlo a la cara. Tengo que aprender a guardar mis propios secretos (me cuesta menos guardar los de mis amigos que los míos) y saber diferenciar lo que debe saber la gente, cuando, y de qué manera.
Al fin, ahí va mi deseo de navidad de este año:
"Que a todo aquel que me rodea le devuelva la vida con abrazos todas las hostias que le doy"

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