¿De qué coño estoy hablando? Pues de un hombre que derrocha energía y vitalidad en todo momento, y que no puede ser detenido por nada ni por nadie. Todos los días se recorre el pueblo, haciendo los recados, dando una vuelta o visitando a la familia, incansable. Siempre que puede se va de viaje a la playa, come todo lo que quiere, disfruta del vino como nadie y ríe día si, día también.
Sinceramente, yo odio los títulos post mortem, y todos los reconocimientos en general hacia alguien que ya nos ha dejado, ya que los considero totalmente insignificantes. Por eso, esta persona se merece mi aprecio y mi muestra de cariño mientras pueda verlo y disfrutarlo, y no cuando ya nada tenga solución. Aunque una mísera entrada de un blog no demuestre ni la milésima parte de lo que verdaderamente querría decir.
Me es indiferente que tus razonamientos muchas veces sean incoherentes, que creas irracionalmente en el PSOE actual como si fuera el mismo al que apoyó en su día tu fallecido padre a manos de unos energúmenos fascistas, que de vez en cuando digas cosas que en realidad no piensas, que actúes de forma precipitada en muchas ocasiones... Me es indiferente todo. Tu salud es la de todos; y tu placer, el nuestro.
Por mí que siga igual todo. Llama a las 7 de la mañana todas las veces que haga falta, así sabremos bien temprano que sigues tan enérgico como siempre. Aparece sin avisar con una caja llena de higos de nuestro campo, o con descuentos del supermercado, o simplemente, para vernos. Viaja donde quieras, disfruta, que tras 85 años te lo has ganado más que muchos otros. Ojalá llegue a vivir tanto y tan bien como tú.
Gracias por todo y a seguir así, abuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu huella, y ya de paso tu comentario... ¡ES GRATIS!