Crítica al cabrón empedernido

Leed y releed el título todas las veces que queráis, porque eso es lo que voy a hacer. Autocrítica que no falte.

El cabrón empedernido es un chaval de 17 años que empezó este proyecto con afán de dar su opinión de las cosas al  mundo de manera que ésta quedara reflejada en alguna parte que pueda ser vista todas las veces que sean necesarias, y además, de desquitarse un poco del mundo exterior que tanto le martiriza.
A pesar de tener ese claro objetivo, desde las primeras entradas se pudo ver una clara salida de contexto, ya que más de una y de dos trataron de su vida personal y no de su opinión sobre algo en particular como así quería. Él mismo ya avisó en su primera entrada de que esto podría ocurrir, pero una cosa es que pudiera ocurrir y otra muy distinta es que lo pretendiera.
Cabe decir que sus entradas se pueden ver resumidas a: breves textos poco incisivos en los temas a tratar, en los cuales da muchas vueltas o desvaría conforme avanza escribiendo. Así lo ha sabido siempre, así se lo han hecho saber a modo de crítica constructiva, y a fin de cuentas, parece ser que así sigue siendo.
Un punto a favor en su momento fue que hubo una larga temporada de publicaciones de manera regular, aunque también mediocres. Esto se ha tornado en punto en contra, puesto que ahora la irregularidad ha sido más que latente en estos últimos meses. Podría ser otro punto a favor el uso correcto de la ortografía, pero se supone que quien no escribe correctamente al margen de la calidad del texto, se limita a no escribir.
Además de todo esto, El cabrón empedernido peca de predicar con los ejemplos que no cumple. Habla muchas veces de la superación y del placer basado en los pequeños detalles de la vida, cuando en realidad la suya se ve achicada por un simple problema que eclipsa todo lo demás, ya sea bueno o malo. Ni él mismo sabe si se trata de pura hipocresía o es un intento de cambiar su personalidad y su vida a mejor.
Por si no había suficiente, el bloggero es totalmente dependiente de la vida en su contexto para redactar las entradas a publicar en el blog. Las circunstancias que lo rodean son las mismas que lo inspiran a escribir, por lo que cuando éstas no son las correctas o bien son repetitivas, no merece la pena que se ponga a hablar otra vez de lo mismo. Aún a sabiendas de este dato, le ha llegado a ocurrir en algunas entradas.
Y ya para terminar, el chaval en cuestión también suele dejarse llevar por venazos y distintas ideas fugaces que dan lugar a cosas extrañas. Sin ir más lejos, ésta misma entrada ha surgido de la nada, aunque no es el mejor ejemplo de ello. A pesar de guiarse por pensamientos fortuitos, tiene la esperanza de que algún día llegue a realizar el blog de la manera más correcta posible y con contenido que verdaderamente valga la pena leer.

Aquí acaba la crítica, en cuanto a los aspectos que he podido contemplar personalmente se refiere. Deseo pero no espero comentarios con más críticas, la aceptación o no de la crítica que yo he hecho, o incluso una crítica de la crítica. Deseo pero no espero.