Vergüenza social, desvergüenza capital

¡NUEVO! Versión para vagos


"En la madrugada del domingo 14 de julio de 2013, J.C.M., un joven menor de edad, alertó a emergencias (112) de un pequeño incendio provocado en un contenedor de reciclaje de cartones y papeles. Gracias a su colaboración y la rápida actuación de la policía local y los bomberos, se consiguió extinguir el fuego sin que se ocasionaran daños materiales importantes ni personales. Todavía se desconoce la causa de los hechos, aunque todo apunta a que el fuego se produjo debido a que un joven en estado ebrio quemó uno de los cartones que allí había amontonados.
A pesar de ser un pequeño incendio, las llamas se veían a más de 100 metros de distancia, por lo que cualquier persona que estuviera un poco alejada del lugar de los hechos podría haber visto la escena. El joven que alertó a los servicios de emergencia declara: <<No me siento orgulloso de haber hecho esa llamada, no es nada del otro mundo. De hecho, creo que alguien debería haber llamado antes, ya que el fuego se veía desde lejos. Solo hice lo que debería haber hecho cualquiera.>>
Todavía no se sabe a quién atribuir la autoría de los hechos, aunque la policía local de Almansa advierte que si la escena se vuelve a repetir, se planteará en el ayuntamiento la prohibición al completo de los botellones para así evitar problemas como el vandalismo, la ingesta de drogas y alcohol por parte de menores de edad, y la acumulación de deshechos producida por el propio botellón en el popularmente llamado "Paseo Rojo"."

¿A que queda bonito? Pues que a nadie le extrañe que algún día aparezca esta ficticia noticia en el informativo de TV Almansa, en el periódico o en la radio. La gente en sí ya no tiene vergüenza, pero todavía menos cuando hay alcohol, drogas, o las dos cosas a la vez por medio. Excepciones como esta son las que hacen generalizar sobre la juventud y su irresponsabilidad, las que nos etiquetan a todos como algo malo cuando en realidad son sólo unos pocos.
Sinceramente, la lástima es que no prohíben el botellón y multan en caso de hacerlo, porque estoy cansado de ver como la gente se aprovecha todo lo que puede y más del libertinaje que nos dan, que no libertad. Porque cuando nos quitan algo, es cuando verdaderamente lo apreciamos.